Las tres pirámides de Giza son una reproducción perfecta de las tres estrellas del cinturón de Orión. Al igual que las pirámides, las tres estrellas de Orión no están perfectamente alineadas, la más pequeña de ellas está ligeramente desplazada hacia el este.  Mientras las otras tres están inclinadas hacia el suroeste. Investigadores descubren que las pirámides Guiza Coinciden perfectamente con el cinturón de Orión

Su alineación con el Nilo imita la alineación de Orión con la Vía Láctea. Por lo que la disposición de las pirámides y su tamaño relativo, fue un diseño intencional y no es el resultado de los enormes egos de tres reyes. Como predicaban como dogma los llamados egiptólogos.

El Ingeniero y escritor Robert Bauval ha pasado la última década estudiando las Pirámides, y los textos en ella. Además de los escritos más antiguos conocidos por el hombre. Él y el historiador Adrian Gilbert fueron los primeros en descubrir la clave del plan que rigió la construcción de las pirámides. De hecho, revelaron que las pirámides eran mucho más que tumbas para los antiguos faraones. Eran nada más y nada menos que una réplica del cielo en la tierra, la constelación de Orión, conocida por los egipcios como Osiris. Tiene una gran precisión astronómica con las pirámides. Por lo que también existe la creencia de que dichas pirámides hayan sido creadas como una entrada de los antiguos faraones a las estrellas

La conexión de la pirámide Giza con Orión en los tiempos del antiguo egipto

La meseta de Giza en el año 10.450 a.C. Esta es una representación de cómo eran la Esfinge y las tres pirámides de Giza en el año 10.450 a.C. Al alinearse con el cinturón de Orión: Las tres pirámides simulan con precisión las estrellas Delta Orionis, “Mintaka”, Epsilon “AlnilamY” y Zeta “Alnitak” que forman el Cinturón de Orión.

Hasta el momento, el equinoccio vernal o primaveral del 10,450 a.C. Represento en la esfinge la famosa era del león. Ya que originalmente pudo haber sido completamente parecida a un león, el cual miraba directamente hacia el este. A su contraparte celestial, mientras descendía el amanecer. Al mismo tiempo que coincidió con la vía láctea del Nilo.

Otras estructuras en Egipto también reflejan componentes clave de la estrellas de constelación de Orión.

Se han logrado grandes avances en nuestra comprensión de la cultura del antiguo Egipto, en los últimos 200 años. Osea, de saber casi nada hemos llegado a una etapa en la que podemos traducir directamente los jeroglíficos. Sin embargo, muchos misterios aun permanecen sin resolver: Lo que nos ha llevado hacernos las siguientes preguntas: ¿Por qué los egipcios construyeron las pirámides? ¿Cómo lograron hazañas tan asombrosas en la arquitectura e ingeniería? ¿Y cuándo se construyeron exactamente?

Durante muchos años; Los egiptólogos clásicos afirmaron que las pirámides eran simplemente tumbas grandiosas. Y que conmemoraban a los faraones muertos. Y fue construidas con mano de obra esclava y dispuestas de manera relativamente desestructurada. Sin embargo, el trabajo reciente de Robert Bauval arroja una nueva e intrigante luz sobre el tema.

Se dio cuenta de que los tamaños relativos y el posicionamiento detallado de las Pirámides de Giza, eran una fiel imitación de las estrellas que forman el «cinturón» en la constelación de Orión. También resultó que los supuestos «ejes de aire» en las pirámides en realidad apuntaban directamente a Orión, aparentemente con el objetivo de proyectar el alma del difunto rey hacia la constelación.

Estos descubrimientos por sí solos han revolucionado nuestra comprensión de las motivaciones para construir las pirámides y el estado del avance tecnológico de la cultura antigua. Sin embargo, la historia continúa cuando una cámara robótica fue enviada recientemente por los pozos. Lo que permitió el descubrimiento de una puerta a una cámara secreta previamente desconocida en las profundidades del edificio. Hay rumores de que los próximos descubrimientos podrían cambiar nuestra percepción de la civilización antigua de manera aún más radical.

La correlación entre las Pirámides de Giza y el Cinturón de Orión

Esta es una vista aérea de la necrópolis de Giza, al suroeste de El Cairo. Mire cuidadosamente cómo están alineadas las pirámides. A primera vista, parecen estar colocados de manera imperfecta. Los egiptólogos clásicos afirman que esto se debe a un error o al terreno en la meseta de Giza.

Compare esto con la imagen de las estrellas del cinturón de Orión y las cosas se vuelven un poco más claras. ¡Lejos de ser un error, las pirámides están dispuestas casi exactamente como las estrellas del cinturón!

No solo el cinturón de Orión

El autor e investigador Wayne Herschel afirma que las 50 pirámides del Bajo Egipto reproducen las estrellas principales de un lado de la Vía Láctea. También confirma la teoría de Robert Bauval de que las tres pirámides principales de Giza representan claramente a Orión. Pero llega a interpretaciones muy diferentes de las de Bauval, debido a un nuevo estándar. Si uno buscara pistas sobre por qué los antiguos egipcios representaban solo un lado de la Vía Láctea en su mapa estelar piramidal, queda claro que todas menos unas de las estrellas no son como el sol. Tampoco parece ser una coincidencia que, aparte de un único monumento, ninguno tenga la distintiva forma de pirámide.

Es el Templo del Sol de Ra en forma de obelisco cerca de Abusir, el que muestra este escenario único. Resulta que las Pirámides de Abusir representan a las Pléyades, y ese monumento del «sol» cercano podría explicar el motivo de todo el mapa estelar.

La importancia de la astronomía

La astronomía es fundamental para la teoría de la correlación de Bauval. En un ciclo de aproximadamente 26.000 años, la tierra se tambalea ligeramente sobre su propio eje, lo que provoca un cambio aparente en la posición de las estrellas. Este fenómeno se conoce como precesión: las estrellas difieren en sus posiciones relativas en el cielo. Esto se describe mejor utilizando el siguiente diagrama.

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A medida que la tierra se tambalea, la estrella polar, que marca el polo celeste aproximado, cambia. Polaris ahora marca el punto, pero en la época de las pirámides estaba marcado por Thuban en la constelación de Draco. En el año 12.000 d.C. Vega marcará el polo en la constelación de Lyra.

Otro cambio en la posición real de las estrellas es causado por la expansión del universo.

Las estrellas no están estacionarias en el espacio, tienen lo que se llama movimiento propio. Algunas estrellas se están moviendo hacia la Tierra mientras que otras se están alejando. Grupos de estrellas relacionadas, como las estrellas del cinturón de Orión, se mueven juntas por el espacio. La tasa de cambio de la posición de una estrella desde la ubicación del observador depende, entre otras cosas, de su distancia. Las estrellas muy distantes parecen moverse más lentamente. Tal es el caso de las estrellas del cinturón, que se encuentran a unos 1.400 años luz de la Tierra.

Por lo tanto, han cambiado drásticamente en términos de declinación a lo largo de los siglos, provocando que suban y bajen en momentos muy diferentes. Sin embargo, conservan su forma distintiva debido a su distancia. Es extremadamente importante entender que el cielo se veía diferente en la época de las pirámides. La forma general de las estrellas del cinturón se ha mantenido notablemente similar, aunque muchas otras partes del cielo han cambiado drástica mente. Gracias a un sofisticado software informático, es posible proyectar el cielo en el pasado, lo que permitió a Bauval probar y desarrollar su teoría.