Según la comunidad científica los humanos evolucionaron a partir del Homo sapiens, por lo que un pequeño porcentaje de nosotros tiene ADN de neandertal. Pero, ¿sabías que había más especies de humanos antiguos? Hasta ahora esto no se sabía. Sin embargo, una niña recién descubierta tenía padres de dos especies diferentes: una neandertal y otra descubierta recientemente. Este descubrimiento cambiará nuestra percepción de la evolución humana. Científicos Descubrieron a Una Niña Con ADN De Dos Especies Diferentes

Gracias a las modernas pruebas de ADN, las personas pueden ver si son en parte neandertales. Los neandertales son una subespecie extinta de humanos que se extinguió hace 40.000 años. Hoy, solo el 2% de los euroasiáticos tienen ADN neandertal. Pero hay más especies de humanos que existieron hace miles de años. Algunos descubrimientos recientes han encontrado una tercera especie de humano antiguo que podría haber contribuido a nuestra ascendencia. Pero, ¿cómo es eso posible y qué les sucedió?

La tercera especie de humanos, denisovanos

En el sur de Siberia, Rusia, hay una cueva cerca de las montañas de Altai llamada Cueva Denisova. Lleva el nombre de un ermitaño del siglo XVIII que vivió allí. En 2008, arqueólogos de la Academia Rusa de Ciencias desenterraron allí varios fragmentos de huesos.

Los científicos fecharon los huesos más antiguos hace al menos 51.000 años. Pero no era un neandertal ni un homo sapiens; investigadores del Instituto Max Planck anunciaron que se trataba de una nueva especie de humano, el denisovano.

Más allá de la secuenciación de su ADN, se sabe poco sobre los denisovanos. Sabemos que vivieron hace 217.000 años, pero se han encontrado pocos fragmentos de huesos denisovanos. Solo cinco especímenes viables han sido analizados hasta la fecha. Pero los científicos no tenían idea de que un nuevo descubrimiento saldría solo unos años después. Este antiguo humano no era solo Denisovan; ella fue un cruce entre dos especies humanas diferentes, lo que desafía lo que sabíamos previamente sobre la evolución humana.

¿Pueden las especies humanas cruzarse?

El mestizaje puede ser confuso. Por ejemplo, ¿por qué los neandertales y los homos sapiens se cruzan con éxito, pero las mulas (un cruce entre un caballo y un burro) se vuelven infértiles? La respuesta está en el ADN. Un caballo tiene 64 cromosomas y un burro tiene 62. Cuando nace una mula, recibe 63 cromosomas, un número impar, que es un código genético “defectuoso”. El ADN necesita adherirse a una cantidad uniforme de cromosomas, el 50% del padre y el 50% de la madre.

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Aunque las mulas son infértiles, muchas otras especies pueden tener descendencia fértil. Por ejemplo, un ligre (mezcla entre un tigre y un león) es fértil. Estas especies son genéticamente compatibles, al igual que muchos primates también lo son.

Sabiendo esto, tiene sentido por qué los neandertales y el Homo sapiens pudieron cruzarse con éxito. Los investigadores predijeron que los denisovanos también se cruzaron con otras especies humanas, ya sea que sus descendientes fueran fértiles o no. Sin embargo, nunca encontraron pruebas de esta hipótesis hasta 2018

En 2012, los arqueólogos no tenían idea de lo que encontrarían

En 2012, los arqueólogos rusos volvieron a examinar la cueva Denisova. Descubrieron múltiples fragmentos de huesos, pero no pudieron identificar la mayoría de ellos. Los arqueólogos reunieron una colección de 2.000 fragmentos de huesos y los enviaron a un laboratorio. Estos fragmentos de hueso permanecieron intactos y sin investigar durante varios años. Luego, en 2016, un estudiante de la Universidad de Oxford descubrió que uno de estos fragmentos de hueso no se parecía a nada que los científicos hubieran visto antes.

No es su hueso promedio de dos centímetros

Samantha Brown, estudiante de maestría en la Universidad de Oxford, estaba analizando los 2000 fragmentos de huesos en 2016. Estaba analizando el ADN para determinar a qué tipo de animal pertenecía cada hueso. Pero para su sorpresa, al menos un hueso, de solo dos centímetros de largo, terminó siendo humano. Sabiendo que la cueva Denisova tiene un historial de albergar restos humanos, Brown miró más de cerca. Lo que encontró fue tan impactante que inicialmente creyó que había cometido un error.

¿Qué descubrió este estudiante universitario?

Brown descubrió que este fragmento humano era un resultado único del mestizaje. La persona era en parte neandertal y en parte denisovano. Si sus resultados fueran precisos, entonces esta sería la primera evidencia de reproducción de primera generación entre dos especies humanas. Brown contactó al jefe del departamento y luego los fragmentos óseos fueron enviados al Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania. Este Instituto tenía la tecnología para examinar de cerca el fragmento de hueso y confirmar los resultados de Brown.

Incluso los investigadores no podían creerlo; Brown no fue la única persona sorprendida. Un equipo de paleogenéticos, Viviane Slon y Svante Pääbo, realizó un análisis del genoma de los huesos. Aislaron cada secuencia de ADN para identificar qué padre estaba conectado a cada especie. Para su sorpresa, ambos investigadores confirmaron que Brown tenía razón. Este hueso fue de hecho el primer híbrido denisovano-neandertal descubierto. “Mi primera reacción fue de incredulidad”, admitió Slon más tarde. Las posibilidades de encontrar un humano cruzado de primera generación son especialmente bajas.

Los científicos predijeron que los denisovanos se aparearon con otros humanos antiguos, pero nunca esperaron encontrar pruebas tan rápido. «Sabíamos por estudios anteriores que los neandertales y los denisovanos debían haber tenido hijos juntos ocasionalmente», explicó Slon. “Pero nunca pensé que tendríamos la suerte de encontrar una descendencia real de los dos grupos”.

¿Quién era este humano antiguo?

Cuando Slon y Pääbo examinaron más a fondo el fragmento de hueso, aprendieron más sobre este antiguo humano. Sabían que esta persona era una niña y, según el ancho de sus huesos, estimaron que tenía alrededor de 13 años

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Según la datación por radiocarbono, esta niña probablemente murió hace 90.000 años. El hueso inicial que Brown examinó fue la punta de su dedo. Los investigadores la llamaron Denny, por la cueva en la que la encontraron. Fuente

¿Quiénes fueron su madre y su padre?

Para descubrir la paternidad de Denny, los investigadores pudieron separar las secuencias de ADN. Determinaron que el ADN mitocondrial provenía de un neandertal. El ADN mitocondrial proviene de la madre, lo que significa que su madre era neandertal y su padre era denisovano.

“Un aspecto interesante de este genoma es que nos permite aprender cosas sobre dos poblaciones: los neandertales por parte de madre y los denisovanos por parte de padre”, explicó el genetista Fabrizio Mafessoni. La siguiente pregunta era cómo se juntaron.