En todo el mundo hay artefactos que desafían nuestras mentes. Tal es el caso del objeto monolítico que ha llegado a ser conocido como la “Bañera del Zar”. Ubicado en el Palacio Babolov cerca de la ciudad rusa de San Petersburgo. La Colosal Bañera del Zar Tecnología Imposible de Civilizaciones Antiguas
Aparentemente, el vidrio flexible también existió hace dos milenios y ahora lo usan las principales compañías para teléfonos celulares. Esta tecnología fue descubierta ya en el Imperio Romano. Tanto el político y escritor romano Tito Petronio como el erudito romano Plinio el Viejo. Relatan un curioso hecho, ocurrido durante el mandato del emperador Tiberio entre los años 14-37 d.C.
El Romano que Invento el Cristal Flexible; La Bañera del Zar
Según escritos antiguos, en ese momento había un artesano que podía hacer productos de vidrio que eran indestructibles. El artista mostró con orgullo al emperador un cuenco que hizo con un material que nunca antes se había visto. El material del que estaba hecho el cuenco era vidrioso, pero irrompible.
Tiberius lo arrojó al suelo con todas sus fuerzas, pero en lugar de romperse, solo se deformó levemente, como si fuera un recipiente de bronce. Con un pequeño martillo, corrigió la abolladura en unos pocos movimientos precisos. Unos segundos más tarde parecía nueva otra vez.
El emperador preguntó al vidriero si alguien más conocía el secreto de este vidrio flexible. El artesano respondió que él era el único que tenía el secreto de este proceso. Inmediatamente hizo señas a sus guardias, quienes les ordenaron decapitar al vidriero y eliminar su taller y cualquier informaron que existiera de tal invento. Tiberio temía las consecuencias que pudiera tener este nuevo material. Ya que se creía que podría desestabilizar el valor de la plata y el oro, que parecen casi inútiles al lado de este cristal irrompible. Plinio afirma que Tiberio pensó que el vidrio duro y flexible degradaría el cobre, la plata y el oro. Y por tal motivo mando a matar el artesano que había construido la colosal bañera del zar.
¿Estamos acaso ante una censura despiadada por parte del emperador de Roma, que de no haber tenido lugar, habría tenido un impacto inimaginable. no solo en el mundo antiguo sino también en nuestras vidas?. Aunque esta historia se encuentra en textos romanos antiguos, es posible que nunca encontremos una respuesta a estas preguntas.
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Será posible que los historiadores que escribieron sobre este evento mintieran
Creemos que no tenían motivos para mentir en cuanto a la historia contada sobre el Baño del Zar. Sin embargo, es casi imposible saber la verdad ya que no hay evidencia arqueológica de este curso de la historia. Ya en el año 7000 a.C. El vidrio natural, la llamada obsidiana, se utilizó como herramienta. Una de las artesanías de vidrio más antiguas que se ha encontrado. Misma que se encuentra en una colección de arte egipcio en Munich. Con una fecha de 1450 antes de Cristo.
Pero en realidad no está claro exactamente cuándo se fabricó el vidrio por primera vez. La revolución del vidrio comenzó alrededor del año 200 a.C. Cuando se inventó la pipa del vidriero en Siria. Si este artesano existiera realmente y el emperador Tiberio no lo hubiera decapitado, nuestro mundo tal como lo conocemos hoy sería muy diferente.
La enorme “bañera del zar” de El zar Alejandro. Historia oficial
El Palacio Babolov fue construido por orden de Catalina la Grande a principios del siglo XVIII y renovado por su nieto, el zar Alejandro I, a principios del siglo XIX. Se rumorea que el zar eligió este lugar para su relación amorosa con la hija de un poderoso banquero.
El zar hizo construir toda la propiedad alrededor de esta enorme tina. Tallado en un solo bloque de granito rojo, procedente de una isla de Finlandia, el increíble objeto fue creado por un grupo de masones liderados por Vasily Sukhanov. El equipo de Sukhanov tardó 10 años en crear una tina fascinante y pulida a partir del bloque de granito. La bañera terminada pesaba 48 toneladas y medía 196 centímetros de alto. Puede almacenar unas 12 toneladas de agua. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes dañaron gravemente el Palacio Babolov, pero la bañera de granito permaneció intacta. Debido a sus grandes proporciones y peso excesivo, todas las intenciones habidas de transportar la tina a Alemania o a cualquier otro lugar del mundo fracasaron. Así que este objeto extraordinario permaneció en su origen. Ahora nos preguntamos: Si ni siquiera los alemanes pudieron mover un objeto de 48 toneladas, ¿cómo podría un grupo de masones transportar un bloque de granito de 160 toneladas a través del mar y por un terreno accidentado?
¿Qué técnicas desconocidas eligieron para el transporte y el procesamiento preciso? ¿Por qué invirtieron 10 años para producir una tina de este tipo? ¿Es posible que este objeto fascinante haya sido utilizado para algún otro propósito que no conocemos? Además, es muy posible que las respuestas a estas preguntas sigan siendo un gran misterio durante mucho tiempo.
