Nuevamente, nos encontramos ante uno de los descubrimientos más asombrosos del mundo. Se trata de una enorme cueva hecha de bloques gigantes de piedra que parecen haber sido tallados con algún tipo de tecnología muy dosificada hacen miles de años. Sus bordes presentan cortes con mucha precisión y están pulidos de manera perfecta. La “Cueva de los Tayos”: hogar de una antigua biblioteca metálica “perdida”
Por lo que muchos investigadores y científicos creen que la cueva fue construida por una civilización muy avanzada. Que posteriormente se marchó, oh desapareció sin ninguna explicación dejando sus rastros y evidencias aquí en la tierra. La cueva es conocida como la cueva de los Tayos, y alberga lo que pareciera ser una enorme Biblioteca de metal. Misma que ha fascinado a cada persona que ha tenido la suerte de adentrarse en este lugar. De hecho, se dice que algunas placas ya han sido extraídas de este lugar y exhibida en público en el museo del padre Crespi (Ecuador).
La misteriosa Cueva de los Tayos fue descubierta en 1860, bautizada así por un ave del mismo nombre – Tayos ( Steatornis caripensis)
La cueva de los tayos fue descubierta en el 1860 y es considerada por muchos autores e investigadores como uno de los mayores misterios de América. De hecho, muchos coinciden en que la verdad escondida en lo profundo de la cueva nos obligará a reescribir completamente la historia humana. Ya que, algunos autores afirman que la Cueva de los Tayos registra una historia antigua que tuvo lugar en la Tierra, remontándose a 250.000 años en el tiempo.
Aún hoy, la Cueva de los Tayos (Morona Santiago, en el sureste de Ecuador). Sigue siendo una obsesión para muchos exploradores que buscan encontrar en ella la respuesta al enigma que rodea a los colosales bloques de piedra que forman las paredes y el techo de la cueva.
Neil Armstrong formó parte de una importante expedición que exploró la Amazonía ecuatoriana en 1976. El interés en la cueva continúa y tres documentales profundizan en sus misteriosos túneles para arrojar luz sobre la miríada de misterios que la rodean.
La cueva está ubicada en la selva virgen de altura, dos kilómetros al sur del río Santiago y 800 metros al este del río Coangos (Kuankus). Según las últimas mediciones con un altímetro GPS en 2012, se encuentra a 539 metros sobre el nivel del mar. Entrar en la cueva, es cualquier cosa menos fácil. Para ingresar a las cámaras misteriosas de la cueva se debe descender en rappel 87 metros hasta el primer nivel y otros 25 hasta la entrada del túnel.
Leyenda de los tayos
La leyenda reside en los grandes bloques de piedra megalítica pulidos y cortados con precisión láser. Los cuales componen algunas de las salas de la cueva. Mientras la otra parte de la leyenda sobre la cueva de los tayos, reside en las misteriosas losas metálicas grabadas con escrituras ideográficas. La cueva fue descubiertas por el explorador húngaro-argentino Juan Moricz
Quien revelo que la mejor evidencia de las misteriosas placas metálicas se remonta al salesiano italiano Carlos Crespi Croci, quien exploró el área en la década de 1940 y adquirió algunos de los objetos que se dice que fueron sacados de la cueva de los indios Shuar.
Varias piezas fueron entregadas al Padre Crespi en agradecimiento por miembros de la comunidad Shuar y se conservan en el museo privado de Carlos Crespi Croci en Cuenca (Ecuador). Solo quedan algunas fotografías y videos de estos objetos. Ya que la mayoría se vendieron después de un incendio en 1962 y otros fueron robados. No quedó nada en el museo después del incendio, ni siquiera objetos de cerámica que seguramente habrían sobrevivido al fuego. De las placas no se sabe nada desde su muerte en 1982. Sólo el testimonio y una cantidad limitada de escritos y fotografías de Crespi, en las que se le puede ver junto a los objetos.
Fabricación de libros de metal en la cueva de los tayos
En 1973, Erich von Däniken escribió sobre la enigmática instalación donde se fabricaron los libros de metal. Según el, la región cercana a la cueva y la cueva misma, era evidencia de una civilización extremadamente avanzada. Pero no existen detalles sobre que civilización pudo ser oh de adonde pudieron haber dio ya que no se encontraron restos humanos y de ninguna otra raza.
Se dice que el autor, Juan Moricz encontró evidencia de una civilización antigua extremadamente desarrollada dentro de la cueva. En declaración jurada firmada con fecha 8 de julio de 1969, habla de su reunión con el Presidente del Ecuador. En la que recibió una concesión que le otorgaba el control total sobre este descubrimiento, siempre que fuera acompañado de pruebas fotográficas y un testigo. El cual confirmaria el descubrimiento de la red subterránea.
Varios periódicos informaron sobre la expedición organizada por Moricz, como escribió el autor Philip Coppens. Según Moricz, la biblioteca metálica de la Cueva de los Tayos registra una historia antigua que tuvo lugar en la Tierra, que se remonta a 250.000 años atrás. En 1972, Moricz conoció a von Däniken y lo llevó a una entrada lateral secreta a través de la cual podía ingresar a un gran salón dentro del laberinto. Aparentemente, von Däniken nunca llegó a ver la biblioteca, solo el sistema de túneles.
“Todos los pasillos forman ángulos rectos perfectos. A veces son estrechos, a veces anchos. Las paredes son lisas y, a menudo, parecen estar pulidas. Los techos son planos y a veces parece como si hubieran sido cubiertos con algún tipo de esmalte. Mis dudas sobre la existencia de los túneles subterráneos desaparecieron mágicamente y me sentí inmensamente feliz. Moricz dijo que pasajes como este por los que caminamos se extienden cientos de millas a través del suelo de Ecuador y Perú”.
La gran expedición en la cueva los Tayo y el ex astronauta Neil Armstrong
En 1976, a raíz de las denuncias publicadas en el libro de von Däniken. El Stanley Hall de Gran Bretaña organizó una investigación sobre la Cueva de los Tayos. Uno de los proyectos de espeleología más grandes y costosos jamás emprendidos, la expedición incluyó a más de cien personas, incluidos expertos en una variedad de campos, personal militar británico y ecuatoriano, un equipo de filmación y el ex astronauta Neil Armstrong.
¿Por qué Neil Armstrong, entonces no hace mucho [supuestamente] de regreso de la luna, se uniría a una expedición a una cueva remota en la Amazonía ecuatoriana?
El equipo también incluyó a ocho espeleólogos británicos experimentados que investigaron a fondo la cueva. Y llevaron a cabo un estudio preciso para crear un mapa detallado de la cueva. No hubo evidencia de las afirmaciones más exóticas de von Däniken, aunque algunas características físicas de la cueva se aproximaron a sus descripciones y se encontraron algunos elementos de interés zoológico, botánico y arqueológico. El líder de la investigación se reunió con la fuente indígena de Moricz, quien afirmó que habían estado investigando la cueva equivocada y que la verdadera cueva era secreta.
Aun asi, los investigaodores dijeron haber dado con la cueva. De donde la expedición británica sacó cuatro grandes cajas de madera selladas sin mostrar a los propietarios (los shuar) su contenido. El asunto terminó (según un investigador español) con disparos entre los shuar y la expedición inglesa. Al parecer, los ingleses se habían robado todo cuanto habían encontrado en la cueva. Incluyendo los famosos libros de oro, oh de metal como se hacían llamar. Y le hicieron cree a los propietarios que se trataba de madera y reliquias antiguas sin ningún valor.
La cueva de los Tayos en la antigüedad
Los vestigios más antiguos de asentamiento en las cuevas datan del Paleolítico Superior (48.000 – 12.000 a. C.), cuando la cueva ofrecía protección durante el final de la glaciación. Hacia el 9.000 a.C. la civilización abandonó la cueva debido a la mejora en el clima de la Tierra y se trasladaron al sur a partes de Perú y el norte de Chile.
Se supone que la cueva fue construida en el Neolítico a partir del 3.000 a.C. y estuvo habitada por una civilización pre-shuar que ya usaba artefactos de cerámica, de lo cual podemos encontrar evidencia en la Universidad de Munich, que incluso realizó dataciones por radiocarbono.
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Aproximadamente 1500 a.C. los primeros shuar comenzaron a asentarse en la zona y mezclarse con los nativos de las cavernas. Los Shuar guardan la cueva con gran respeto, creyendo que allí descansan los espíritus de sus ancestros. Hasta la fecha, no hay evidencia confiable que respalde la afirmación de la biblioteca de metal. Ya que con la llegada de los ingleses toda evidencia desapareció sin dejar rastro alguno. A acepto de algunas piezas arqueológicas y reliquias que sacaron antes de que los ingleses llegaran. Finalmente, se cree que allí pudo haber vivido una civilización extremadamente avanzada, ya que los túneles, cortes de piedra, escrituras en metales y otros artefactos van más allá de nuestra comprensión.
